¿Cuál es el objetivo de esta revisión?
El objetivo de esta revisión Cochrane fue evaluar el efecto de diferentes estrategias para aumentar el número de niños de países de ingresos bajos y medios que son vacunados para prevenir la infección por una enfermedad. Los investigadores Cochrane recopilaron y analizaron todos los estudios pertinentes para responder a esta pregunta y encontraron 41 estudios relevantes.
¿Funcionan las estrategias para mejorar la vacunación infantil?
Millones de niños de países de ingresos bajos y medios siguen muriendo de enfermedades que podrían haberse evitado con vacunas, en parte porque el número de niños vacunados en este contexto sigue siendo bajo. Los gobiernos y otros organismos han probado distintas estrategias para aumentar el número de niños vacunados.
¿Qué se estudió en la revisión?
Se revisaron todas las intervenciones dirigidas a mejorar la cantidad de niños menores de cinco años que son vacunados. Entre ellas se incluyen intervenciones dirigidas a los cuidadores (padres/tutores), a los profesionales sanitarios, a la comunidad, al sistema sanitario o a una combinación de cualquiera de ellos.
¿Cuáles son los resultados principales de la revisión?
Los autores de la revisión encontraron 41 estudios relevantes de Afganistán, China, Costa de Marfil, Etiopía, Georgia, Ghana, Guatemala, Honduras, India, Indonesia, Kenia, Mali, México, Nepal, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Ruanda y Zimbabue. Los estudios incluyeron 100 747 participantes. Compararon a las personas que recibían estas estrategias con las que solo recibían los servicios sanitarios habituales. Los estudios mostraron lo siguiente.
- La divulgación sobre vacunación sola o combinada con incentivos no económicos o educación en materia de salud probablemente mejore la cantidad de niños menores de cinco años que son vacunados.
- La educación en materia de salud podría hacer que más niños reciban tres dosis de la vacuna que contiene difteria-tétanos-tosferina (DTP3).
- El uso de tarjetas de vacunación especialmente diseñadas podría mejorar la cantidad de niños vacunados de la DTP3.
- El uso de llamadas telefónicas o mensajes de texto para recordar la vacunación a los cuidadores podría tener poco o ningún efecto en la mejora de las cifras de niños vacunados de la DTP3.
- La participación de los líderes de la comunidad combinada con la intervención de los profesionales sanitarios probablemente mejore las cifras de niños vacunados de la DTP3.
- No se sabe con certeza si la formación de los profesionales sanitarios en habilidades de comunicación interpersonal mejora las cifras de niños vacunados de la DTP3.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia de las intervenciones estudiadas varió de moderada a muy baja, lo que implica que los resultados de futuros estudios de investigación podrían diferir de los resultados de esta revisión. Las principales razones de la baja confianza en la evidencia son que, en algunos de los estudios, las personas no fueron asignadas al azar a diferentes grupos de intervención. Esto significa que las diferencias entre los grupos podrían deberse a diferencias entre las personas y no entre las intervenciones. Para algunas intervenciones, los resultados fueron muy contradictorios entre los diferentes estudios y para otras solo se dispuso de un estudio, o la intervención contó con pocas personas estudiadas.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Los autores de la revisión buscaron estudios publicados hasta julio de 2022.
La educación en materia de salud, los registros por domicilio, la combinación de la participación de los líderes de la comunidad con la intervención del personal sanitario y la integración de los servicios de vacunación podrían mejorar las cifras de administración de la vacuna. La certeza de la evidencia para las intervenciones incluidas varió de moderada a muy baja. La evidencia de certeza baja implica que el efecto real de las intervenciones podría ser notablemente diferente del efecto estimado. Por lo tanto, se necesitan ECA más rigurosos para generar evidencia de certeza alta que sirva de base para la política y la práctica.
La vacunación desempeña un papel fundamental en la reducción de la morbilidad y la mortalidad infantiles. Inmunizar a los niños contra enfermedades potencialmente mortales y debilitantes que se pueden prevenir con vacunas sigue siendo un reto, a pesar de que existen vacunas eficaces, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios. Con la introducción de nuevas vacunas, esto resulta cada vez más difícil. Por lo tanto, actualmente se hace necesario resumir la evidencia disponible sobre las estrategias utilizadas para reducir esta brecha. Esta es una segunda actualización de la revisión Cochrane publicada por primera vez en 2011 y actualizada en 2016, y se centra en las intervenciones para mejorar la cobertura de vacunación infantil en países de ingresos bajos y medios.
Evaluar la eficacia de las estrategias de intervención para impulsar la demanda y el suministro de vacunas infantiles, y mantener una alta cobertura de la vacunación infantil en países de ingresos bajos y medios.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, CINAHL y Global Index Medicus (11 de julio de 2022). Se realizaron búsquedas en Embase, LILACS y Sociological Abstracts (2 de septiembre de 2014). Se realizaron búsquedas en la ICTRP de la OMS y ClinicalTrials.gov (11 de julio de 2022). Además, se examinaron las listas de referencias de las revisiones sistemáticas pertinentes en busca de estudios potencialmente elegibles y se realizó una búsqueda de citas para 14 de los estudios incluidos (19 de febrero de 2020).
Los estudios elegibles fueron ensayos controlados aleatorizados (ECA), ensayos controlados no aleatorizados (ENA), estudios controlados tipo antes-después y series temporales interrumpidas realizados en países de ingresos bajos y medios con niños menores de cinco años, cuidadores y profesionales sanitarios.
Se examinaron de forma independiente los resultados de la búsqueda, se revisaron los textos completos de los artículos potencialmente elegibles, se evaluó el riesgo de sesgo, se extrajeron los datos por duplicado y se resolvieron las discrepancias por consenso. Se realizaron metanálisis de efectos aleatorios y se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
En la revisión se incluyen 41 estudios con 100 747 participantes. Veinte estudios fueron aleatorizados por conglomerados y 15 estudios fueron ensayos controlados aleatorizados por individuo. Seis estudios fueron cuasialeatorizados. Los estudios se llevaron a cabo en cuatro países de ingresos medios-altos (China, Georgia, México y Guatemala), en 11 países de ingresos medios-bajos (Costa de Marfil, Ghana, Honduras, India, Indonesia, Kenia, Nigeria, Nepal, Nicaragua, Pakistán y Zimbabue) y en tres países de ingresos bajos (Afganistán, Mali y Ruanda).
Las intervenciones evaluadas en los estudios fueron la educación en materia de salud (siete estudios), los recordatorios a los pacientes (13 estudios), el registro digital (dos estudios), los incentivos domésticos (tres estudios), las sesiones periódicas de divulgación sobre vacunación (dos estudios), las consultas en el domicilio (un estudio), la supervisión de apoyo (dos estudios), la integración de los servicios de vacunación con el tratamiento preventivo intermitente del paludismo (un estudio), el pago por rendimiento (dos estudios), la participación de los líderes de la comunidad (un estudio), la formación en habilidades de comunicación interpersonal (un estudio) y el apoyo logístico a los centros sanitarios (un estudio).
Se consideró que nueve de los estudios incluidos tenían riesgo de sesgo bajo; el riesgo de sesgo en ocho estudios fue incierto y 24 estudios tuvieron riesgo de sesgo alto.
Se encontró evidencia de certeza baja de que la educación en materia de salud (razón de riesgos [RR] 1,36; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,15 a 1,62; seis estudios, 4375 participantes) y los registros por domicilio (RR 1,36; IC del 95%: 1,06 a 1,75; tres estudios, 4019 participantes) podrían mejorar la cobertura con la vacuna DTP3/Penta 3. Las llamadas telefónicas/mensajes de texto podrían tener poco o ningún efecto sobre la cifra de administración de la vacuna DTP3/Penta 3 (RR 1,12; IC del 95%: 1,00 a 1,25; seis estudios, 3869 participantes; evidencia de certeza baja); es probable que los recordatorios portátiles tengan poco o ningún efecto sobre la aceptación de la vacuna DTP3/Penta 3 (RR 1,02; IC del 95%: 0,97 a 1,07; dos estudios, 1567 participantes; evidencia de certeza moderada). Es probable que el uso de líderes de la comunidad junto con la intervención del sanitario aumente la administración de la vacuna DTP3/Penta 3 (RR 1,37; IC del 95%: 1,11 a 1,69; un estudio, 2020 participantes; evidencia de certeza moderada). Se desconoce el efecto de la divulgación sobre vacunación en las cifras de administración de la vacuna DTP3/Penta 3 en niños menores de dos años (RR 1,32; IC del 95%: 1,11 a 1,56; un estudio, 541 participantes; evidencia de certeza muy baja). Tampoco existe seguridad en que las siguientes intervenciones mejoren la vacunación completa de los niños menores de dos años: la formación de los profesionales sanitarios en habilidades de comunicación interpersonal (RR 5,65; IC del 95%: 3,62 a 8,83; un estudio, 420 participantes; evidencia de certeza muy baja) y las consultas en el domicilio (RR 1,29; IC del 95%: 1,15 a 1,45; un estudio, 419 participantes; evidencia de certeza muy baja). Lo mismo puede decirse del efecto de la formación de los profesionales sanitarios en habilidades de comunicación interpersonal sobre la cifra de administración de la DTP3/Penta 3 al año de edad (evidencia de certeza muy baja). Sin embargo, la integración de la vacunación con otros servicios podría mejorar la vacunación completa (RR 1,29; IC del 95%: 1,16 a 1,44; un estudio, 1700 participantes; evidencia de certeza baja).
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.